sábado, 20 de febrero de 2016

NORMAS Y LÍMITES


¿CÓMO LOGRAR QUE ACEPTEN LAS NORMAS SIN AUTORITARISMO?
La convivencia familiar funciona si existen unas REGLAS asumidas por todos sus miembros. Estas normas las establecen los PADRES, pero sin caer en el AUTORITARISMO.

¿Qué entendemos por DISCIPLINA?
Si consultamos un diccionario DISCIPLINA es AQUELLO QUE EL MAESTRO TRANSMITE AL DISCÍPULO: el saber, el buen comportamiento, las reglas de convivencia, etc. Sin embargo, a veces la confundimos con el CASTIGO y las consecuencias son muy negativas.

¿Cómo conseguir un clima familiar armonioso?

1- POCAS REGLAS, PERO MUY CLARAS
- Establecer un RITUAL DE ACOSTARSE: desvestirse, lavarse y cepillarse los dientes, prepararse la mochila del día siguiente, elección de ropa, meterse en la cama, escuchar o leer un cuento,... hasta llegar al beso de buenas noches.
- COSTUMBRES HIGIÉNICAS (lavado de manos antes de comer y después, ducha y lavado de pelo, cepillado de dientes después de cada comida, ropa al canasto de la ropa sucia, etc.)
- RUTINAS DE MAÑANA antes de salir de casa (vestirse, abrir las sábanas para que se ventilen, desayunar, lavarse los dientes y peinarse, etc.).
- COLABORACIÓN EN TAREAS DEL HOGAR (poner y quitar la mesa, hacer su cama, recoger su habitación, prepararse su desayuno, colaborar en la realización de la compra semanal, etc.)
- HORARIO DE TELEVISIÓN (establecer un horario diario para tareas y para ocio y respetarlo).

Estas reglas variarán en función de la edad del niño y dependiendo de las características de cada familia. Lo importante es secuenciar estos procesos para que el niño sepa que paso toca en cada momento, es decir, establecer unas RUTINAS DIARIAS.


Puede ayudar la elaboración de UN CALENDARIO en el que se establecerá cada una de las acciones que debe realizar.



2- LENGUAJE COHERENTE
- Cuando se da una orden a un niño o se le prohíbe algo todo nuestro cuerpo debe estar en coherencia con lo que decimos, de lo contrario no vale la pena que gastar saliva
- Lo mejor es ponerse FRENTE AL NIÑO, cogerle de las MANOS o tocarle los HOMBROS, mirarle a los OJOS y decir con VOZ FIRME: Mira, hijo, quiero que hagas esto o aquello...además, podemos añadir: Es importante porque..., dándoles la explicación pertinente.



3- NO A LAS AMENAZAS VACÍAS
- Una amenaza que no vamos a cumplir, por ser demasiado dura o porque al día siguiente nos arrepentimos y dejamos de estar tan enfadados o la olvidamos, tiene CONSECUENCIAS NEGATIVAS: Restan credibilidad y su efecto educativo es NULO.
- Esta actitud solo enseña al niño a OBEDECER POR MIEDO.
- Es importante contenerse y no usar esta estrategia.




4- NUNCA INSULTARLES
- Los insultos son un ATAQUE a la AUTOESTIMA y más si se utilizan con frecuencia.
- Los sobrenombres negativos como: tonto, burro, inútil, pánfilo, etc. DEBEN SER EVITADOS.
- Lo primero que tenemos que cambiar es nuestra forma de pensar: UN NIÑO NUNCA ES MALO, ACTÚA MAL. Por eso, criticaremos SU COMPORTAMIENTO, NUNCA SU PERSONA.
- Hay que acostumbrarse a añadir un PORQUE a los ENFADOS. De esta forma se evitarán los insultos. Podemos aprender a decir "Estoy enfadada/o porque tenemos prisa y esto está haciéndonos perder mucho tiempo". De esta forma, el niño entiende que el enfado no se refiere directamente a él, sino a la situación.





5- RESPETO ENTRE LOS PADRES
- Cuando un niño cae en la cuenta de que sus padres tienen opiniones diferentes, utilizará esta situación para manipularlos, por lo que es de vital importancia que los padres se pongan de acuerdo.
- Lo mejor cuando los padres no coinciden es CALLARSE de momento y RETOMAR el tema MÁS TARDE cuando estén A SOLAS. Discutir el asunto delante del niño sólo conduce a una LUCHA DE PODER.
- Nunca desautorizarse el uno al otro, puede servir una mirada o una frase que hayan acordado para identificar las situaciones en las que requiere que lleguen a un acuerdo a solas.



6- EVITAR COMPARACIONES
- No usar las comparaciones, especialmente entre hermanos. Las riñas suelen ser más cortas cuanto menos se meten los padres.
- En el caso de tener que intervenir hay que mediar sin dar la razón al que más llora o poner de ejemplo al que es más pacífico, ya que el malo se sentirá rechazado y acumulará sentimientos hostiles y el bueno se creerá superior
- La misión es aceptar y amar a cada hijo con su forma de ser.


7- PROHIBIDO SERMONEAR
- Los sermones no sirven de nada, porque los niños desconectan. Suele ser un discurso repetitivo y la voz se vuelve monótona, por lo que los hijos dejan de escuchar. Además, son una vía de comunicación en un sentido único, de padres a hijos, nunca al revés.
- A partir de cierta edad, los niños pueden opinar y sugerir, pero la decisión final debe estar siempre en manos de los adultos.
- Tener en cuenta que los menores de 3 años no saben obedecer, no poseen el autocontrol suficiente para controlar sus impulsos. A la edad de 1 o 2 años entienden el "no, no". Por ello, lo razonable es retirar al crío de lo que no queramos que haga y distraerle.
- Se debe DIALOGAR, NO SERMONEAR. Los hijos necesitan opinar y dialogar para sentirse tomados en serio. Se pueden utilizar frases como: ¿Me has escuchado hijo?, ¿Estás de acuerdo?, ¿Quieres decir algo?
- Se debe evitar MENTIR delante de los niños, aunque sean mentiras piadosas, ya que el mensaje que se transmite es que ellos pueden mentir también.
- SE DEBE PREDICAR CON EL EJEMPLO: si no quieres que tu hijo mienta, no mientas; si quieres que tu hijo sea amable, sé amable.
  



8- LOS MÁS PEQUEÑOS NO OFENDEN
- Si un niño de 6 años en un arrebato le dice a su madre "Eres tonta". La actitud adecuada es decirle que no quiere ser insultada, igual que ella no le insulta a él. "Nadie es tonto, aunque, tal vez, se comporte tontamente".
- Una madre o un padre que se ofende con algo que diga su hijo pequeño debería preguntarse si realmente ha alcanzado el nivel de madurez adecuado para ser un buen modelo educativo para su hijo. Con una actitud de rabieta y rencorosa se está poniendo a un nivel infantil no muy distinto al que tiene el niño.




9- CASTIGOS NO, CONSECUENCIAS SÍ
- Las consecuencias son lógicas y los castigos son arbitrarios, algo que un adulto impone para demostrar estar por encima del niño (motivación de poder).
- La vida misma impone las consecuencias: sí llegas tarde a la mesa, encontrarás la comida fría; sí sales sin paraguas, te mojarás; sí pegas a los demás niños, no podrás jugar con ellos, etc.
- La única premisa consiste en que el niño tenga la edad suficiente para entender las relaciones causa-efecto.

10- NADA DE VIOLENCIA
- El efecto de los castigos físicos (cachetes, coscorrones, etc.) son NULOS. Los niños aprenden que la agresividad es una forma normal de reaccionar.
- Hay que dominarse y aprender a reconocer las señales físicas de la ira. En ese momento se para y se respira lentamente (la pausa y la mayor cantidad de oxígeno en los pulmones calman los nervios). Después planteamos al niño que hablaremos en 5 minutos y le explicamos el porqué de nuestro enfado.
 

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